"HABLAME DEL MAR, MARINERO," dice la cancion.
"En Cada Puerto Un Amor", dicen los chuscos.
Por causa de tanto amar mujer y humanidad, he abandonado el mar.
Por haber sido marino y haber vivido muchas aventuras, las velas de mi velero volaban en bellas historias de aventuras entre reales y romances. Pero una granito de sal me eche en la lengua ayer tarde, y este me hizo pensar en los mares: en las sirenas, mi sirenita de ojitos brujos, la musa de las aguas, las arenas del playazo, los navios bajo el agua y la espuma del silencio largo de la soledad que envuelve la vida del marino. Y estoy pensando en los puertos del encanto, en las playas del amante, y en los brazos tuyos que me esperan alla en ese puerto ausente de mis noches.
sábado, 1 de octubre de 2011
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