miércoles, 23 de septiembre de 2009

LA ULTIMA CARCAJADA

LA ULTIMA CARCAJADA.

Por Gilberto Rodriguez


La última carcajada nunca ha sido oida, ni nadie la ha de oir jamás
porque esa yace en un rinconcito del eterno aguardando el final...
y el final es de nunca.

"Oiga usted, la última carcajada de la cumbancha..."

Tal vez por ahi quede algun ser divertido que en sus buenos tiempos
bailaba al compás de esa linda guaracha carnavalezca.
Y como carnavalezco es nuestro espirirtu de pueblo a veces,
todos y en cada esquina, a veces, bailamos el son de la cumbancha;
carcajada del destino, desierto a veces de pensamientos útiles, pero nunca desposeido
de esa alegre melancolia que es nuestro sello de población.

La penúltima carcajada, si; esa carcajada, aunque un tanto sardónica, se pasea por las calles
en una carreta cargada de esperanzas ocultas y decorada con silencios de hipócrita superficie impuesta,
algo asi como el payaso del Gran Guignol, retronando en el cerebro, vibrando en los corazones
y hasta con un poco de pensamiento de buitres y cóndores casi volando sobre el futuro que se acerca.

Para muchos la apariencia insensible de esa juventud que, piense lo que quieran que piense, solo aparenta saber ajustarse los audifonos del Ipod a las orejas, lleva en el seno de sus memorias un miedo que es signo de absoluto sometimiento.

Para mi, no. Y mil veces NO.

Esa juventud ha nacido de si ya saturada de slogans, de dicharachos, de falsedades y de subterfugios.
Si signo de subsistencia no ha sido muy diferente al del polluelo que ampolla el huevo y saca su piquito en un nido de hojarascas construido allá arriba, no ya en lo alto de la gloria sino que en el precipicio las ramas; en lo alto de una rama. Cuelga, en apariencia protegido de los otros, sobre una base que danza al menor soplo de la ventizca, y come, si acaso la madre logra escapar a gatos, hombres y gavilanes. Por eso solo pia...

Pia, pidiendo un granito para su sustento. luchando por mantenerse vivo y alerta antes de que su propio hermano lo traicione y se coma todo, lo poco que los padres logran traer.

Nada es diferente.
La risa es fingida, la verdad se ha marchado en una balsa que se hundiera en el odio y las riberas del rencór, la desidia y la ignorancia hace tiempos ya, mucho antes de nacer. Y ni siquiera pudo aun aprender a reir...mucho menos a reir a carcajadas.

Y si no ha sabido reir, o no ha podido hacerlo, en su virginal capacidad intelectual, no es posible esperar que ria por la hora final. Ademas, todo final en la vida es principio, retoño nuevo de la vieja planta.

La última carcajada anda pendiente de los labios de nuestros nietos, para reirla en la cumbancha final, durante la marcha funeral de los que teniendo las llaves de la brisa, no han permitido al aire soplar las notas de la cumbancha para que alegren a los valles... y ni ellos mismos lo saben.

Cuando rian los montes, nuestro pueblo volverá
a reir.

Una nueva ola de esperanzas enjuagará a su paso las arenas de nuestras playas y al ver las ostras juguetonas blanquear, una nube de esperanza traera la nueva canción de amor a nuestras cunas, alli, bajo la luz de un nuevo amanecer reiran nuestros descendientes futuros, una estruendosa, pero nunca última carcajada...
esa les está reservada por el cielo, a todos aquellos que dieron sus vidas por la libertad de reir.
Por el derecho a reir sus últimas carcajadas.
DonGilberto

martes, 22 de septiembre de 2009

EL LIENDRAS

EL LIENDRAS

Por

Gilberto F. Rodriguez



Su agrandada barriguita saluda ante de llegar a la esquina; el dedo gordo una herida en su piecito derecho alimentaba a una colmena de moscas que se deleitaban en su alrededor, a lo que contribuia sin el menor esfuerzo Capitán. Aquel pobre perro cargado de peladuras y razgones por sobre todo su cuerpo era su amigo y compañero desde siempre, acurrucado en una bola o, mejor, convertido en un aro horizontal, lo esperaba a cada amanecer cerca de la puerta del desvencijado casucho de palma cana que les servia de hogar al "Liendras" y sus padres. El pobre animal no podia acercarse a la casa. Y si lo hacia solo lograba que el padre le diera un par de patadas por la barriga: "Anda, perro sasnoso, lárgate de aqui...." "Liendras, Liendras, muchacho, ¿cuantas veces te voy a tener que decir que no me traigas a ese cochino animal a la casa?"... Y seguia: "...¿Tu no ves que lo único que hace es comerse los mojones que cagan las gentes por ahi, por el platanar?"



"Tiene hambre el pobrecito..." -Lamentaba el niño, -no tiene qué comer..."

"...perro-e-mierda..." seguia rezongando el padre. "...no quiero volver a verlo por aqui, ya lo sabes..."



"Pobrecito, Papi, si él es bueno y es mi único amigo..."

"Amigo, amigo; los perros no son amigos nunca; amigos son los seres humanos, asi que búscate otro muchachito, como tú por amigo..."



` En verdad, el pobre chiquillo no tenia un solo amigo; la extremada pobreza de sus padres y el absoluto descuido que les era costumbre hacian de el muchachito un asco humano; andaba sucio, casi sin ropas, los cabellos sin cortar y los piojos bailandole sobre la negra cabellera hasta el puñento hacer muy poco deseable su compañia, pese a que era un niño a quien lo que le faltaba de higiena lo compensaba con sus nobles sentimientos. Pero asi es la vida.

La pobre criatura se echó a llorar aunque apenas se le oian lo sollozos.



"Vaya, Jacinto, deja al pobre muchacho, ya tiene bastante con el hambre y la misera que pasa. Tu sabes muy bien que los otros muchachos no quieren jugar con tu hijo; que le llaman nombretes, que lo escupen y le hacen burlas; que en la escuela la maestra no lo quiere hasta que se ponga ropa limpia y se bañe to-lojdiaj...."



"ropa limpia, ropa limpia... ¿con qué dinero se la bamo a comprar, si con lo que gano no alcansamoj ni pa comer?"

"Lo se, no te ejtoy reclamando..."



Lucilo, el cantinero era quien limpiaba los cristales de las vidrieras exteriores del Hotel de La Bahia y siempre tenia que trabajar extra espantando a perros y chicos que se arrimaban a los refrigerados cristales para mirar con desesperada energia los manjares que alli dentro eran depositados para exhibirlos al cliente. Muchas veces habia visto al Liendras merodeando por alli, o arrimado a las vidrieras con la sucia carita recostada al frio cristal del mostrador. Una veces lo espantaba, otras le hacia un gesto con la mano y la servilleta para que se alejara de alli. El pobre Liendras era una pobre estatua plantada junto a las langostas, el caviar y las morcillas que se exhibian alli. Solia espantar a los comenzales...decian.

Recuerdo el tango que lloraba:



"Vieja milonga, farra corrida, y a la salida, de la milonga, llora una nena, pidiendo pan..."



Tiemblan mis dedos sobre el teclado al recordar los muchos "liendras" que mis ojos han visto, que mil avasalladores recuerdos de tantos puertos y seres me presentan en la pantalla oscura de mi propio vivir. No hay luz en el camino; solo hay dolor.



Millares de recuerdos llamados por la churre de su cuerpo o el olor de sus miserias transitan por el mundo, olvidados del tiempo, del hombre y hasta de Dios, si es que lo hay.



Si un hombre harapiento se cruza en la carretera con nuestro auto y nos pide le llevemos hasta el pueblo distante, los mas no lo escuchamos: "Sucio, delincuente, hippy, atorrante, ladrón disfrazado de oveja???, -pensamos. Y dejamos que camine. Que cargue su cruz, que su cruz es suya y no mias; que se compre un coche, como me lo he comprado yo..."



Y el mártir de El Monte de El Calvario sigue con la cruz a cuestas, pese a que hace apenas un rato salimos del templo y le ofrecimos limosna. Pero la cruz sigue sobre sus hombros, mi coche está limpio y perfumado.



Cargado con una bandeja inmensa llena de manjares para servir a los comensales del Yacht Club que se reunian para su Almuerzo Anual de La Sociedad de Los Amigos Del Mar, Lucilo pudo ver al Liendras una vez mas recostado a vidriera de el frente del Comedor. Absorto en su destino, sus ojitos fijos en los comestibles que aunque estando tan cerca le eran denegados por ese muro invisible de el cristal y la ley de los hombres -(¡Oh, no; de esas cosas la pobre criatura no podia saber!)- El Liendras lamia la pared de vidrio y se saboreaba en sus adentros.

Su perro lo copiaba; Capitán lamió tambien. Lucilo sintió que un mundo se derriscaba por el desfiladero de sus dias de vida, como se derraman las aguas cuando la lluvia afloja las tierras en lo alto de la montaña y no tuvo valor esta vez de espantarlos.





Pero la vida es cruel. En una mesa cercana a la puerta de el frente del restaurante un emperifollada señora almorzaba junto a su hijito de aproximadamente la misma edad de el Liendras. A ese chico parece que le gustabana los perros:



"Mira, Mamy, ese chico tiene un perro..."



"Un asco, es lo que tiene..."



"Pero, ¿ por qué si hasta ese pobrecito puede tener un perrito, porque no puedo yo tener uno tambien?"



"Por que yo no te voy a permitir traer a la casa un perro asqueroso y que te conviertas en un harapiento como ese, ese es porqué...Y ya no me molestes mas con lo del perro...y además, a tu padre no le gustan los perros...YA.



En su plato quedaba un muslo de pollo que no se pudo comer, porque le habian servido demasiado comida y, aprovechando que la madre se excusara para ir empolvarse la nariz, el chiquillo lo toma con su mano y corre hasta el exterior del restaurante y se lo pone en la nariz al desmelenado perro... mientras que le pasa la mano por la cabeza con un gesto de ternura.



Capitán mordió con prisa, pero sin perder su innata nobleza, lo hizo con el borde de los labios, para no morder la mano que lo alimentaba.

Al Liendras, que al momento estaba semimuerto de hambre, los ojos se le saltaban de puro egoismo y amor, la boca comienza a llenarse de agua al ver el muslo de pollo, primero en la mano de el chico y luego en la boca de el perro... Pero Dios hace milagros aunque se parezcan a la discusion de los perros italianos, el uno genovés y el otro un "frachesco". Al sentir la mano generosa sobre sus sucia cabeza, el perro puso, a pesar del hambre que tenia, el muslo de pollo en el suelo y lamiá la grasa que quedaba en la mano amiga de aquél chico generoso. Aquí álguien es el mejor amigo...



El Liendras, de un salto le echa manos al muslo de pollo que ahora descansaba en el piso, alejado de todas las gargantas alli reunidas en su festin de "placer". ....



"Pedrito, Pedrito...." La madre de el bondadoso muchachito, entre asustada y pruritos sociales, buscaba al muchacho.



Allá ella con sus cotejos; el muslo de pollo vino del cielo.

El Liendras le pega un mordizco al manjar mientras Capitán lo mira, medio celoso, medio triste y aun le quedaban sentimientos, parece, para sentirse satisfecho por la alegria de su amigo, El Liendras. Se miraron a los ojos. Perro y chico en uno como abrazo de hermanos, el uno sin pronunciar palabra, el otro sin emitir ladrido. El muslo de pollo cae al suelo. Los dos se miran sin que ninguno trate de saltar y hacerle trampa al otro....



Asi pasan los segundos...tal vez minutos, mientras la madre se lleva a su generoso Pedrito, casi arrastro, rezongando y molesta.



Luego, el Liendras recoge el pedazo de pollo frito, le arranca un mordizco y le pasa la mayor parte a Capitán, -¡Santos cielos, voto por que nazcan hombres como este perro!- y este lo toma entre sus dientes y se lo acerca a la mano derecha de El Liendras otra vez.

Vaya y hable usted de amistad.



Lucilo, el camarero, observando a cada vez que se cruzaba su vista con el noble espectáculo que acababa de presenciar se hizo a si mismo una promesa...



Y conservó en silencio.



"Desde hoy, aunque la tenga que robar de aqui, a esos dos les doy de comer yo."



"Oye, Liendras, ven acá piojosito", -llamó; - "...hijo, desde hoy no te arrimes a la vidriera. Tu vas y me esperas a la salida de atrás, por el patio, que yo te voy a dar de comer..."



El Liendras no pudo hablar...solo lloró; mientras que Capitán le lamía las manos embarradas de grasa de pollo.



©Grf 2008

EL SACO DE CARBON

Por su sensible razonar y la lógica de la lección, traigo al salón de mi
vecindario, este pedacito de filosofia que bien pudiera haber sido dicho por uno
de nuestros carboneros isabelinos, pero que, en este caso, viene a nosotros
gracias a la exquisita cortesia de nuestra muy querida Capitana AMMA, de la nave
en que navegamos los tripulantes del "FARO DE RECALADA", bajo el mando de ese
gran cubano que deambula por todos los mares del planeta hasta abordo de una
cafetera a veces, y responde al distinguido nombre de Esteban Casañss Lostal.

Y que, dicho sea de paso, repito una vez mas mi invitación a participar con
nosotros y, ver alli muchos de mis escritos.

htt:p://.1zetaboards.com/Diario_de_Bitacora/index

Con Afectos, Gilberto



Sep 18 2009, 09:31 AM Post #1
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EL SACO DE CARBON

Una historia para reflexionar...
Topic Started: Sep 18 2009, 09:31 AM (29 Views)
Amma Sep 18 2009, 09:31 AM Post #1
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El saco de carbón


Una historia para reflexionar...
Un día, Jaimito entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto.
Su padre lo llamó. Jaimito le siguió, diciendo en forma irritada:

- Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo.
Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo!

Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo:

- Imagínate que el tonto de Pedrito me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto eso!
Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela.

El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:

- ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Después yo regreso para ver como quedó.

El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como la tendedera estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.
Cuando el padre regresó, le preguntó:

- Hijo ¿Qué tal te sientes?
- Cansado pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.


El padre tomó al niño de la mano y le dijo:
- Ven conmigo quiero mostrarte algo.

Lo colocó frente a un espejo que le permite ver todo su cuerpo. ¡Qué susto!
Estaba todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:

- Hijo, como pudiste observar, la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y se multiplica en nosotros. Por más que queramos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre queda en nosotros mismos.

Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras.
Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones.
Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos.
Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter.
Y ten mucho cuidado con tu carácter porque de él dependerá en gran medida tu destino...






Edited by Amma, Sep 18 2009, 09:32 AM.
"Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.", Mahatma Gandhi.


Don Gilberto Today, 4:34 AM Post #2
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¡Bravisima enseñanza, mi querida Capitana!

Realmente me ha gustado y, como isabelino, puerto de carboneros, siento los efectos de la filosofia envuelta en el humo del horno en el que quemaron la leña para hacerlo, tan de cerca, que me gustaria poder publicarlo en el sitio de La Isabela, si me autorizas para hacerlo. La lógica es ideal, contundente en medio su aparente sencillez.

Y, como corolario a una carta de Lorenzo Sánchez publicada anoche alli, este trabajo tuyo le viene "como anillo al dedo".
Me gustaria poder.

Un abrazo madrugador.
DonGilberto




Amma Today, 1:15 PM Post #3
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Mi querido Almirante,

El trabajo no es mío, pero lo traje aquí con una intención muy marcada y todos saben por qué, espero que cada cual sepa verse en el espejo que le corresponda. Por supuesto que puede Ud. llevárselo y colgarlo donde considere que va a servir de mucho, porque todos estamos necesitando un poco de mesura para vivir y transitar por este Paraíso que Dios nos ha regalado por tierra.

Un abrazo grande para Ud
"Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.", Mahatma Gandhi.


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EL CONCIERTO DE LOS IDEALES

EL CONCIERTO DE LOS IDEALES.
(o Nuestros Caminos y El Sol)

Por: Gilberto Rodriguez

Caminan hoy por los mundos muchos chillones cansados, alabarderos de turno tambien pululan sin par, y en las mazmorras se pudren quienes aman la Paz y la Libertad.

Por allá, sobre las crestas de las olas navegan las almas de los caidos y la luz de las auroras se oculta al ver su nave pasar.
El reloj de la vieja catedral da sus doce campanadas cadentes, la brisa sacude la pelambre del enrarecido ambiente de los que odian y la esperanza que traen las notas distantes de una melodia aparentemente noble cantada por unos labios mendaces que hace mella en las sienes del bien.

Mis relojes de arena son mil. Los he visto silentes con un granulado fino y parejo resbalar en su caida hasta llenar su piramidal una hora. Ya quisiera yo poder pasar por el diminuto huequecillo de los tiempos con esa gratitud de contenido. Pero las arenas de mi reloj primitivo, de las que recogi en las faldas de la virgen, santificada de historia no resbalan muy bien.

Mojadas están por el llanto de una madre, a quien le arrebataron sus hijos, sucias están por el babear de las hienas humanas, a quienes la podredumbre les llega hasta los talones para no recordar. Porque en los confines lejanos de algunos cerebros rigen la maldad santificada, la mentira elevada al cubo y el abuso establecido como norma de vida.

Y mientras tanto nuestro pueblo camina, busca, huye, y hasta, -¿Por qué no decirlo de una santa vez?- a veces se regocija en el minuto que le conceden.

Para mi hay mucho mas que un simple concierto. Las escaramuzas del momento tienen solo la importancia que cada quien pueda desear imponerse o gritar. Nada mas. Porque, me atrevo a decir, en cada opinión, como en las recetas de cocina, hay un gramo de placer y una cucharada de vinagre. Y conste que me separo de mis sentimientos personales respecto del hecho mismo, para poder mirar a la imágen ancha de nuestra lucha en su totalidad y no ya en la escena minima de la obra, si no, en el cuadro mismo de la novela entera.

El baile, el trago, el aplauso y la destrucción de discos tienen sus propios mensajeros y escritores.

Cada uno de nosotros tiene su papel en este drama. Y a pesar del mucho tiempo que hemos estado en escena, todavia hoy muchos actores no se han aprendido sus papeles.

Lo importante, creo yo, es que saquemos algo de provecho, por lo menos filosóficamente, si se puede y quiere, de lo que ha pasado.

Y quiero y debo expresar aqui con franqueza absoluta el por qué de mis razonamientos, para que nos entendamos.

En toda lucha de pueblo donde los que usan el poder lo abusan, súrgen, por necesidad inescapable, dos tipos de hombres -y, ¡claro, mujeres!- que son, a saber, los "hombres de acción" y los "civilistas, entre los que se cuentan pensadores, poetas, politicos y concineros. Son estos últimos, generalmente, si sobreviven a la contienda, y le llegan sus momentos, acaban liderando en las ideas y gobernando a los paises.

Pero los "hombres de acción", los que hacen el "trabajo sucio" se ven en la situación en que vemos a Luis Pozada Carriles y muchos mas, yo incluido...

SOLOS.


La mayor parte de las gentes no concibe a un soldado poeta, ni a un literato usando un fusil. Pero siempre hay excepciones a toda regla. La pluma y la espada son el mas genuino de todos los escudos de la Patria, la Justicia y la Libertad.

Uno no malgasta su armamento en las yagüasas a menos que los mambises tengan hambre.

Sobre la torre reina la maldad. Alli van mis intenciones. Sin derribar la torre no se puede elevar un nuevo templo en el mismo espacio. Pero tenemos que pensar. Tenemos que estudiar, analizar, discutir, planear. Necesidades todas plagadas de malditos insectos que destruyen las plantas antes de que nazcan las flores arguyendo pecados mil siempre del hermano. Y nunca mirando al espejo de su propia casa.


Para mi no cesa la lucha. Para mi no se ha dicho nada a pesar de lo mucho que se habla. Y a aquel, quien necesite evidencia alguna, solo ddebe bastarle, y al fin le basta escuchar los medios de comunicación y acercarse a otro cubano, familiar o ajeno. Fidel Castro es el tema.


No existe nadie ni nada mas para el diario decir del cubano. Y la prensa explota esto a mil maravillas, sobre todo, porque atrae audiencias y vende subscripciones.

Yo miro al presente, estudio el pasado, y elevo tanto mi copa como mis plegarias al futuro. Yo no acepto el simplista dichito de criollo de: "Vamos a ver que pasa."

No, y mil veces, no; hagamos que pase.

No; yo solo acepto este otro: Pensemos y actuemos por nuestros propios esfuerzos e ideales.

Asi tal vez nuestro pueblo un dia se pueda llamar a si mismo:
Un Pueblo Libre.

Y por esa causa, nuestro concierto es, al menos para mi,
una "Sinfonia Inconclusa."

Revisemos nuestras notas, analicemos la partitura y mantengamos nuestras gargantas y violines afinados junto al piano, que el maestro está entre bastidores ya.

Y el brutal reloj de arena primitivo que me juzga deambula solitario a tropezones de potro escapado, por los "testeros" del suelo nuestro.

Granos de arena suelta entre las malezas, no cementadas en catedral que se eleve a La Libertad.

domingo, 20 de septiembre de 2009

PARA TI ESCRIBO

Los Recuerdos son libros archivados. Las memorias son las hojas
amarillentas que las lluvias le dejaron a los libros. La cubierta del
libro es la foto del autor retocada por los tiempos. Y las mieles de
hoy son los punzonasos de las abejas de ayer, hechos tolerados
melindres que amasa la sociedad. Y los años nos rellenan la bolsas
del qué decir. Y asi cantamos melosas y temblorosos las hazañas que
nulos vieron, las carretas que nadie empuja y las victorias de
tiempos idos.

Pero viejos son los que escuchan y jóvenes los que aspiran, mas lo
que dices tiene su oyente; lo que niegas gana exigencias, lo que da
provoca encantos y a quien saludas te ve de nuevo. Todos curiosos,
todos amigos, todos armados de amor hacia tus notas. Y te place.

¿Cómo no sentirse halagado cuando quien te lée, te aplaude, te
adula,..o te llora?

Cuando al regreso de la honda que echaste a flotar, te encuentras con
una notita que te pide mas, porque has tocado el alma de una mujer,
el amor a la tierra de un hombre, las fibras del alma al patriota que
sufre el exilio, por breve y corta dicha nota sea, se te hincha el
pecho de alegria y se te encienden los candiles del deber. Cuando lo
que escribes o hablas, descubres que lo has dicho tu, pero que al
hacerlo por ti, lo hacias por otra u otro ser pensante o hasta por un
simple canario que vive enjaulado cantando para satisfacer las cuitas
de aquel que lo mantiene enjaulado y prisionero por el solo placer de
sentirse amo.

¿Por qué no escribes un libro?
Con tu esto o aquello, debias escribir mas.
¡Que manera hermosa de decir las cosas!

Y muchas cosas mas que, por gratitud y hermosura, lo llevan a uno a
sentarse al pie de Cervantes y llorar de vergüenza por la osadia de
seguirlo. Y mientras tanto el pecho revienta de placer y orgullo.
Yo leo mucho y he conocido a muchos autores. Sobre todo en este pais
se oye muchas veces decir cuantos trabajos les lleva a ciertos
autores el poder coordinar ideas y escribir sus cuartillas. No
importa el grado o calidad de su educación o posición económica (si,
queridos lectores, los escritores tienen capacidad para pasar hambre
pero, de vez en cuando les gusta comer y disfrutar una copa de vino,
aunque sea barato)por que las ideas son bastante dificil de fabricar
artificialmente... aunque se hace todos los dias. Las letras son de
inspiración etérea o producto del oxigeno que nos penetra el cerebro.
No sabemos, como; no sabemos cuando. Escribimos cuando escribimos. Y
no escribimos todo lo que mentalmente podemos pero fisicamente no.
Vuelvo, porque tenemos el mal aprendido hábito de comer. Y hay que
caminar otra vez.

Y hay quien tiene por musa una mujer, una sirena, un candil. Hay
quienes necesitan acostarse a la orilla del rio, desafiando al
caiman, para poder escribir. Y hay quien escribe porque si no lo hace
su cerebro revienta por el recargo enorme de letras que. cual olla
gigantezca se llenara de letras sin liquido para hacer la sopa. Y de
nuevo se acerca cual caminante al trillo y retoma el pedido de
ausentes que nunca vimos y que nos piden: "Escribeme algo bonito cada
mañana para no estes triste."
¡¿Oh!?

Y de entre las palmadas, los halagos y las platitudes bellas, surge a
la mente la pregunta del pescador siciliano:
"¿Para quién escribe usted?

La vista se me aleja en la distancia de los mares, las alas revuelan
a la altura de las olas, el aura del pasar se hace marfil y las velas
holgadas acarician el aroma que carga el viento mientras el harponero
sin alma busca un delfin... y en el oro del sol muy alto, repondo:

Para ti escribo.
===




Vie, 25 de Abr, 2008 8:15 pm


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TU NUEVO AMANECER

7 Junio 2009
Tu Nuevo Amanecer
> General, Poesía — Gilberto @ 1:23 Editar


Toma, arráncame el alma, sacia tus ansias de ir
a las fuentes del odio y la venganza a beber;
chilla a las aves y al viento
y corre por entre las malezas sin sentido,
sin oriente, sin saber.
El rencor es tu sino.
Mas, yo te pregunto, ¿por qué?,
¿No son acaso más frágiles tus sentimientos
que los blancos copos de la nieve
y más variados sus coloridos
que las alas de las mariposas?
Vamos, mujer;
que la brisa al soplar tus cabellos te embellece
y la blancura de la niebla te hace de fondo para el retrato.
Pretendes que no amas y sufres por falta de amor;
cantas tus cuitas y reclamas castigos
a quienes te aman al tiempo que lloras
en el silencio de tus noches solitarias
tu cadena de abandono.
¿Qué, es que acaso piensas que al herir a quien te ama,
llenas algún rincón silente de los mares?
Despierta, mujer, que esas lágrimas que humedecen mi pecho,
de tus ojos nacieron.
Mira al espejo. Mírate bien.
Eres bella, eres noble y eres joven aún…
El odio envenena el alma,
la venganza es solo de cobardes
y el rencor recarga los sentidos del que lo siente,
que no del odiado.
Ven aquí, siéntate un minuto y mira a la distancia.
Bebe. Bebe de esa copa que he sentado ahí, para tu deleite.
Bebe de ella. Bebe y mira al mar.
No, no tienes que hablarme si no quieres,
solo descansa.
Mañana llega una sola vez, espéralo tranquila.
Mi barco estará lejos, el ancla me la llevo,
el puerto que me dió amuellaje quedará en tus labios
y las penas que ahora me cuentas, las contarás al otro
y un nuevo amanecer de traer ha, un nuevo marino.
Ni odio, ni recuerdos ajenos le interesarán,
solo tus caricias a precio convenido y las anclas a levar.
Si el traidor que te ha herido vive en tus angustias,
échalo por la borda, suelta lo pesado,
bebe de esa copa y piensa en el amor.
Y si es que contra los hombres quieres de algo vengarte,
de nuevo te digo:
Toma mi alma,
desgarra mis quimeras,
hiere mis sentidos,
clávame el puñal!
Luego regresa aquí,
bebe de mi copa,
mira a las distancias,
contempla las nubes,
tal vez te visite una esperanza
o en sirena junto al mar te conviertas.
Disfruta entonces satisfecha de las horas,
ama sin condena,
entrega una vez tu orgullo a la corriente
y dile a quien te mire,
“Soy mujer y amor”.
Ahora brindemos por ti
por tu nuevo amanecer,
por tu “libertad”
Y también brindemos por que te conocí.

Don Gilberto


1 comentario »
A los poetas les gusta que le lean, y mas si son buenos como tu. todos los escritores no son poetas y tu eres tambien poeta. Poeta. y no un rimador absurdo Lorenzo

Comment por Lorenzo Sanchez — 10 Junio 2009 @ 13:18 |Editar

lunes, 14 de septiembre de 2009

LA MUERTE DE UNA ABEJA

La Muerte De Una Abeja

Por
Gilberto Rodriguez
Cayó sobre una loza color terracota del piso de el corredor que lleva desde la portada de la reja a las puertas de la sala y la oficina. Boca arriba cayó, delante de mi, apenas a una vara de distancia de mis pies. Yo la vi caer desde la parte alta de una orquidea colgante al húmedo piso. Sus alitas revoloteaban agitadamente y sus patitas se recogian y estiraban a gran velocidad, como quien lucha por ganar su última batalla, y en consecuencia se paraba, daba volteretas, se caia y de nuevo y venia a dar bocas arriba. La atmosfera iba aparentemente absorbiendo el agua y la humedad desaparecia de las lozas a pasos agigantados, pero los tejidos de sus alitas mojados se adherian una y otra vez de espaldas a la superficie del piso.

Como cada amanecer, yo volvia hacia dentro de la casa después de haber regado el jardin y recojido en Diario de la Mañana, cuando la pobre abejita caia ante mis ojos envuelta en una fiera lucha por sostenerse en vuelo, primero, y levantarse después de caida (o caido, que yo no se si era del otro genero). Curioso que soy me agaché alli mismo y comencé a observar al desdichado animalito luchar por su existencia. Siempre he admirado a seriamente a todos aquellos que tratan, que luchan, que no se rinden al primer tropiezo... y este animalito era uno de esos.

¿Tal vez le ha dado un lanzaso a álguien y ahora tiene que morir…?
De chico siempre oia a mis mayores decir que cuando una abeja hinca su aguijón en la piel ajena, ese doloroso instrumento se queda clavado alli mismo, junto con las tripas del insecto y que de ahí este muere….Yo no se de esas cosas…

No vi yo aguijón alguno. De su hocico surgian un par como de tenazas negras. Dos “manos” delanteras muy rápidas, y dos largas patas traseras que parecian servirle de catapulta de canguro, muy negras tambien. (Creo que las abejas tienen seis patitas, ¿no? Yo solo le vi cuatro.) Su cuerpo era una serie de circulos alternados de oro y de negro. Las transparentes alitas eran formadas de una como tela, delicada malla-membrana color oro.

Revoloteaba por momentos, se levantaba y volvia a caer, y de nuevo, de espaldas. Ahora puedo notar que su larga pata izquieda cuelga inerte. Con las dos manos y la pata derecha agarra a menudo la pata lesionada, le da como unos masajes, tira de ella y se revuelca debajo y por encima de la dichosa pata.

Al fin un descanso. Se queda un instante quieta. Pero las alitas se adhieren a la loza por sus dorsos, lo que le impide pararse de nuevo. Y asi pasaron siete minutos y yo en cuclillas.

Una vez mas comienzan los revuelos, pero ahora la pierna izquierda responde y da un poquito de empuje al voltearse.Y mientras tanto los aires parecen anunciar a los buitres insectivoros, de el hecho que una muerte, o tal vez el espiritu de los infiernos que anuncia el final de cada quien, rondan cercanos.

Eso me hace recordar mi niñez allá por los manglares de mi puerto, cuando los aullidos de los perros jibaros, eran recibidos con imprecaciones,- unas productos del miedo a los muertos y otras, de miedo a los augurios,- y maldiciones como estas: “Arrenuncio, perro maldito,” “maldito tu alma…” y muchas mas. Luego pienso en ese canal de televisión llamado “Discovery” y sus programas sobre animales en los desiertos y bosques… Leon, hiena, chacales….
Solo que ahora era una oscura y veloz hormiga.

La abejita descansaba por un instante, agotada tras tanto esfuerzo por levantarse y volar. Varias hormigas negras, de esas a las que llaman, “locas”. Si las llaman, “locas”, recorrian a veloz carrera las lozas de corredor en su eterna lucha por lograr sus alimentos. La hormiga pasa una y otra vez olfateando, pero a no menos de cuatro pulgadas de distancia de la abeja. Y se marcha y vuelve muchas veces. Macabra espera, me digo. Mi mente vuela hacia los años de marinero, a los tiburones, a esos monstruos que de cobardes cierra los ojos ante la sombra y que saben buscar el momento de descuido para atacar a sus victimas, cuando no atacar en pandilla.

Vuelve muchas veces más la abejita a levantarse, pero ahora veo que además de mojadas sus alitas, parece haber un defecto o lesión en la izquierda, lo que le impide vibrar. Pobre que soy poco puedo hacer por el desdichado animalito, porque ¿de qué modo le remiendo las alas yo, si apenas he aprendido a lavarme las orejas….? Mi mente recorre mundos y universos en busca de ayuda. Pobre abejita que nos da miel y cera y ayuda a cultivar las flores y las plantas productivas. Yo he reparado barcos, autos, carretas, y he, tambien reconstruido las alas de muchos aviones y volado en ellos después, pese a lo grandes y peligrosos que son, pero, amiga mia, ¿Cómo remiendo tu alita?
Siguen pasando hormigas…distantes. Y cada vez mas.

Dirijo la mirada hacia un pequeño agujero en el encuentro del muro de la pared y las lozas del piso, hecho alli para desaguar el pasillo en tiempos de lluvia y ahora convertido en tunel de contrabando y paseo por las hormigas. Ya cuento 37 hormigas…. Circulos danzantes de buitres sin alas al olor de la muerte rondando. Pero la abejita seguia viva y luchando. Y yo de cuclillas alli.

De pronto surge creo que para todos, abeja, hormigas y hombre una inesperada sorpresa. Un diminuto insecto cuyas picadas por experiencia propia se que son dolorosisimas, que es infinitamente pequeño, parece una hormiguita negra o achocolatada, tan veloz como un rayo y tan inquieta como las olas del mar. Una sola vuelta y, en un instante en que la abeja descansaba boca arriba el endiablado insectico pega contra la cabeza de la abeja. ¡Zas! La pobre abejita de un salto se endereza y trata de emprender el vuelo. Pero, no; este no es su mejor dia. De nuevo cae mientras patas y manos se sacuden y entrechocan como en una danza macabra.

Y han pasado diecisiete minutos de mi tiempo ya. Y sigo en cuclillas alli.

Siete nuevas hormigas llegan casi juntas y se acercan y comienzan ahora un ir y venir en todas las direcciones. Y en cada paso que dan, se topan unas que van y otras que vienen, y como que se comunican y alegran del festin que les espera. Ya cuento 39 y llegando.
Y la abejita se para por enésima vez.

Solo que ahora trata de saltar con mayor fuerza que antes. Y ya no se ha de levantar mas. Hecha una bolita su figura tiembla y se queda quieta. Muerta…me dije, y esperé un tantito mas. Y como si quisiera agradecerme la vigilia, eleva sus cuatro patitas y las hace vibrar….en un adios que senti.
Yo admiro la naturaleza. Y me descubro ante aquellos que luchan hasta el último cartucho, hasta la última canción, el cielo, el último beso.

Y murió mi abejita. No se si muere por lo que le habia sucedido antes, o si su muerte es causada por el veneno del diminuto villano que le pegó en la cabeza. Pero muerta está…

Siete hormigas se aproximan, miran, huelen, y halan. La abeja pesa mucho y, además las membranas de sus alitas, que son planas y parace que absorbentes, se han adherido ahora a la loza del piso. Siete solas no pueden moverlas. Tres se quedan tratando y cuatro salen a todo correr en busca de ayuda. Y de ahí en adelante mas de cien hormigas trabajan por turnos o alocadamente. Solo once a principio y diecisiete mas adelante, entra y salen y tratan una y otra vez. Por aquí ahora surge una homiga igual a las otras pero tiene la cabeza mas gorda. Recorre el entorno y se aleja. Pero algo cambia.

Siempre hay siete pegadas al muerto, se turnan entre si con las que recién llegan. Pero no pueden con la carga adherida al piso. Mas, las hormigas son muy sabias. De pronto comienzan a quitarle microscópicos pedacitos al tejido de las alas de la abeja, hasta dejar solo el brazo o vara central que cada una de las alas tiene, cual árbol desgajado, de modo que ya no se adhiera al piso, a la vez que les sirve de palanca para cargar en alto el cadaver. Y diecisiete, alternantes inician el transporte.

Mucho esfuerzo tuvieron que hacer para lograr el primer movimiento, apenas les toma dos minutos y medio hacerlo, pero la voltearon y comienza el viaje, o, a mi ver, la procesion funeral. Dos y tres cuartos era la distancia que sobre la lozas tenian que andar antes de llegar al tunel de escape. Unas 42 pulgadas. Pero al camino sus patitas echaron.

¡Ah, pero, y con esa no contaban, un canal entre loza y loza…!

Tú que me leés, observa esas hormigas “locas”…tal vez la humanidad pudiera usar unas cuantas “locas” como esas. Siete hormigas se lanzaron al cemento que sirve de empate a las lozas y, metiendo su cabezas debajo de la cabeza de la abeja, sirvieron de puente al total de sus amigas y la gran carga pasó los dos canales entre las tres lozas a mayor velocidad que lo que el resto del camino podia permitirles ver. Y ahora unas doscientas (ya perdi la cuenta), o mas arribaban y se alternaban a la carga y se besaban con casi todas y cada pase, y en cada centenar encuentros.

Me parece oirlas: “Hola, Pepa, hoy comemos.” :Junica, que bueno”, oye Lola, que banquete”, “suerte, muchachas que esta si es dulce”….. Vaya.

El huequito de la pared es de media pulgada y las varilla de las alas abiertas de la abejita necesitaba mas espacio. Corran, consulten al jefe…..

“Cortenle las varas de las alas. Siete segundos pasaron trantando de hacerlo. Parece que sus dientes y serruchos no eran muy filosos que se dijera.

Y trataron de entrar de nuevo en el tunel, PERO…
Quien haya visto a las multitudes londinenses o brasileñas correr hacia las puertas del estadio al concluir un partido de futbol, sabe lo que digo.
Todos a una; todos a un tiempo…y la puerta es estrecha.
Pero nadie cede…Muchos se revolcaron. Y no creo yo que de alegria.

Y unos instantes mas tarde el funeral de mi abeja traspasaba al fin el muro de la pared.
Yo puede haber ido al patio de mis vecinos para ver el resto de la procesión y el banquete,
Pero una querida voz femenina me sacó del letargo.

Abuelito, ¿qué haces ahí en cuclillas?

Yo llevo ya treinta y siete minutos esperándote en esta puerta y tu ahí…
¡Oh, hija mia, cultivaba una flor…!

Si, en la loza mojada.
Rudo despertar.

©grf2009

domingo, 13 de septiembre de 2009

JUAN ALMEIDA BOSQUE

JUAN ALMEIDA BOSQUE HA MUERTO.

Lejos de vestirse de luto, "La Revolución", ( "lease tirania" ) se viste de gala y la emprende golpes de pecho
y narraciones de heróicos hechos y marravillosas aventuras del muerto. Curiosamente el único representante, -si acaso se le pudiera llamar eso-, de su color entre los fidelistas....anote esa. Pero la realidad de las cosas es muy otra. Claro, que para entenderla es necesario saber que ha pasado anteriormente a fin de llegar hasta aqui.

Lenin los educó, Stalin los disciplinó, y la listas es bien larga de los que creyendo que inventaron "la revolución", no han sido mas que unos pobres asesinos copiadores de terroristas disfrazados de salvadores de pueblos. La lista es larga, los muertos son millones, la feria siguen en Chavez, el último gorila en uniforme.

Juan Almeida Bosque fué toda su vida el sirviente, el lamebotas, el cachanchán incondicional, siin cerebro, pero cual perro sato, siempre echado entre las botas de su amo. Su mas sobresaliente cualidad lo fué su "lealtad" a Fidel Castro. Lealtad, a mi juicio, que no era tanto porque su admiración por los "ideales" de "El Caballo", como porque psicológicamente necesitaba sentirse que álguien sobre la faz de la tierra lo "reconocia" como un hombre normal. La ciencia tiene para estos seres humanos ciertos estudios y tratamientos especiales.....y las luchas callejeras, clandestinas, delictivas, viciosas y criminales tienen un amplio papel en estas vidas, o viceversa. El gato solo reconoce al que le da de comer. Aunque el gato tiene el pundonor que le permite morder la mano del que lo alimenta, si este le atropella. Almeida era menos que un gato, pero leal como un perro.

Dos veces noscruzamos Juan Almeida y yo por el camino estrecho de la vida. Ambos encuentros me dejaron una impresión de vacuidad, de algo que estando ante mis ojos, no existe. Solo la dedicada magia de la publicidad farandulera crea Rasputines, Bastones que se convierten en serpientes, meretrices zarrapatrosas que se visten de angelinas....Y si en algo son grandes triunfadores los marxistas-estalinistas es en cerra las bocas de la verdad y controlar que solo a ellos se les escuche. Asi son ellos los buenos, los triunfadores, los "machos" de la pelicula. No de otra forma. Juan Almeida no era poseédor de la habilidad de recitar una plegaria, pero sabia colgarse del manto la virgen.
Claro, que las reáligiones nos han preparado para siempre decir que el muerto era muy bueno, muy noble, muy generoso y, depues de todo, si no lo era, ya está muerto, ya descansa su cuerpo en el seno del eterno.

Lo que no nos enseñaron es como darle paz, descanso y tranquilidad a las victimas suyas, a las madres y a los hijos de los fusilados, de los asesinados, de los perseguidos, por Juan Almeida y sus cohortes.

Baste, por el momento, tener presente un caso de su propia familia que está circulando en la prensa de todo el mudno hoy dia: su hijo del mismo nombre, Juan Almeida, abogado, enfermo, disidente, enfermo, preso. Pero de esos suman miles.
La diferencia radica en que en el paraiso de medicina moderna, en Cuba, el lugar donde acuden gratuitamente a curarse del vicio de las drogas el argentino Maradona, el colombiano -¡Oh, diablos!- Garcia Marquez, y tantos otros enfermos que en sus respectivos paises no pueden ser curados, sobre todo, no de gratis como en Cuba comunista; en ese mundo "Ancho y Ajeno", como dice Ciro Alegria, no puede ser curado de su enfermedad. Y tiene que acudir a la beneficencia de un pais como Bélgica y, a no dudar, eventualmente en el Hospital Jackson Memorial, de Miami, donde tiene familiares y a costas de nosotros, los contribuyentes gusanos mafiosos. Y que bienvenido sea en cualquier momento, que aqui tenemos para él, al igual que para nuestros hijos y hermanos. Nuestros brazos son muy amplios y nuestros corazones no saben de odios ni de venganzas. Nosotros si sabemos de justicia, divina tanto como humana.

Pero dije que dos encuentros tuve con Juan Almeida. En el Aeropuerto de Rancho Boyeros, me cuentro que el Avión de Cubana de Aviación que debia llevarme a Santiago de Cuba no puede salir porque le han despachado cerca de trescientos pasajes que no hay donde poner. Y eso a pesar de que yo llevo órdenes militares ( que, por cierto, iban a ser mi primer encuentro, en Bayamo, con Manuel Artime, cuyo padre y el mio fueron grandes amigos, tres dias después que este rompiera lanzas contra la Reforma Agraria, donde habia trabajado unos meses..) "No hay cupo en este vuelo." Simple, tajante. Aparece Almeida que sale de un vuelo de Cienfuegos.
¿Qué pasa?

Nada, que han vendido demasiados pasajes y no hay transporte y no tengo vuelo.

Pués cómprese un pasaje en otra linea y vaya a sus servicio.

¿Y se puede saber con que dindero pago ese pasaje yo, para ir a un servicio oficial?

Páguelo de su bolsillo, que para eso se le paga un sueldo.

Oigame, Comandante Almeida, la revolución en el monte se acabó hace rato. Ahora estamos en el gobierno
y si el gobierno quiere un servicio, tiene que pagar los gastos.

Eso no es de revolucionarios, eso es de ideas reaccionarias.

Yo estoy seguro de que usted no ha pagado un solo vuelo que acaba de hacer....

Yo soy Comandante de la Sierra y el mas fiel compañero que tiene Fidel...

De eso estoy seguro, puede usted creérme, ya tengo las experiencias.

Bueno, ande a donde lo mandaron, por la revolución hay que darlo todo....

Yo me alejé de aquel negrito flaco y enfurecido.

---------

Luego vino diciembre, 1959.
La Estaciones de Juan Amador Rodriguez (QEPD), COCO y CMCK, en La Habana,
y las de Las Villas, transmitian mi Programa de Comentarios y Opiniones todos los domingos
a las 12:00 del dia y algunos jueves a las seis PM.

Por alguna razón que aun hoy desconozco, pero que de igual modo agradezco,dada la gentileza y cortesia que me dedicaron, una soiciedad, o club social de afro cubanos, de gentes muy especiales, y nobles, me ivitaron a darles una charla sobre Maceo, nuestro Titan de Bronce, en su Dia, lo que no es de dudar, acepte regocijado por el honor que me hacian. Y llega el dia, la tarde, mejor dicho. Y yo iba por mitad de mi discurso, cuando entra Juan Almeida rodeado de cuatro de sus "escoltas".

Yo lo saludo, haciendo un alto en la charla, por la cortesia natural.
Un miembro del club que estaba detrás de mi, me dijo al oido que a lo mejor Almeida quisiera decir unas palabras...
Y, si no seria buena idea de que yo mismo lo anunciara al tiempo que lo invitaba.
Accedi con el anuncio:
"Señoras y Señores, vosotros me habeis privilegiado con vuestra invitación para hablar de uno de los mas grandes cubanos nacidos.
Mi gratitud no tiene todavia una palabra suficientemente grande como para ser expresada, y me habeis escuchado con aprecio y una delicadeza extrema y unas lágrimas que se me calan muy hondo en las fibras del amor a nuestra Patria y a su Libertadores. Y por todo ello me habeis hecho muy feliz. Pero ahora se llena la puerta de este hermoso recinto con una figura delgada que sin embargo hace sombra....(Hice una pausa muy intencional...)

Para hablar de Antonio Maceo, se me ocurre que, mucho mejor que yo, lo va hacer el Comandante Juan Almeida por "sus propias condiciones"...

Apausos, de muchos, no de todos.

Y el hombrecito abre la boca con su voz tonta: "Yo no puedo entender como se puede ser negro o mestizo y permitir a los reaccionarios blancos hablar de Maceo. Porque Maceo muere precisamente asesinado por su propio ayudante y traidor blanco. Y, saben ustedes ¿por qué? Porque Maceo era negro. Y Maceo era el verdadero libertador de Cuba; pero los blancos y los capitalistas junto con los Anexionistas pro yanquis...."

Yo me fui del salón sin pode despedirme siquiera.

Pero una vez salido a la calle, miro a mi alrededor, y una docena de aquellos negros cubanos que me habian invitado a su hogar, estaban conmigo en la calle, y no escuchando las sandeces y tropelias de Juan Almeida.

Los buitres se niegan a comer hoy.
Como no son comunistas, no se comen a sus propios hermanos.


============

Derramemos una gota de licor sobre la tierra y elevemos una plegaria al cielo,por la victimas y sus seres queridos,
cuyas vidas e historias fueron perseguidas, destrozadas y destruidas por ese grupo maldito al que almeida pertenecia.
Esa podredumbre que ellos llamaron "La Revolucion."

domingo, 6 de septiembre de 2009

SAL EN MIS OJOS

Don Gilberto Today, 5:45 AM Post #1
Almirante


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Member#11
Joined:Feb 14, 2009
SAL EN MIS OJOS

Por Gilberto Rodriguez

Esa gota que has visto correr sobre mi mejilla, salada es;
tan salada
como las aguas de la bahia, mas sin embargo, distinta es.
Las aguas
de la bahia han llegado de paso
luego de revolverse juguetonas,
furiosas, alegres, airadas, silentes
y cristalinas
y a veces en rojo de sangre,
esas son las mensajeras del trueno
que se deslizó entre los hielos,
hirvió sobre el volcán creando nubes
y se hundió a su paso por la aurora
para permitirle al buque de mi vida el viaje.

Mas ésta que en mi rostro viste
no; esta no ha viajado,
esta fué creada sin yo saberlo,
dentro de mi corazón y sienes
para expresar mi dolor silente
al abandonar mi tierra
al tiempo que esconder mi angustia
para no aumentar la tuya.

Esa gota que furtiva se me escapa,
que me delata,
que le dice al cielo que los hombres si lloran, esa;
amiga mia,
es la leche que mamé del seno de una cubana,
es el grito
de una tonada guajira que se me quedó en la garganta
al partir... es
el arena de mis playas y las tuyas que se bañan
de El Undoso, es
la brisa que llena las velas del taburete
para que se eleven
gritos de libertades y ausencias
al son de una tonadilla
o una tajada de suelo.

Suelo. Mi suelo, nuestro suelo.
Mi rostro se arruga,
mi cuerpo envejece
y me arrimo a las aguas,
aguas repito saladas
como la que corre por mis mejillas
pero nunca tan amargas.

Porque amargo es
el despertar en tierras lejanas, a veces.

Aventuras por doquier
ha sido mi existencia,
risas, besos, aplausos,
silencios, distancias,
jardines y ruiseñores,
valses y puñaladas,
salones y trincheras,
flotas y naufrágios,
peleas y placeres,
libros y palacios
han sido mis compañeros
al danzar de los mares,
al abrir la mañana,
pero quieran lo que de mi quieren
soy un poco como aquella
cabra que quiso siempre volver al monte.
Y por eso lloro.

Y aunque me dijeron que los hombres no lloran,
nunca me previnieron
que cuando el dolor de la tierra hiere,
la sal irrita los ojos.
Otros te diran,
"No es que lloro; es que me ha caido una pajita en el ojo."
Y se sienten bien.
Mira al otro lado por favor,
que estas aguas
que vemos aqui,
en esta linda playa de Miami,
hace apenas tres dias
que se enjugó en La Isabela.

Tal vez por recato no me lo diga,
mas yo
me pregunto al tocarla y sentir su frescura en las manos,
"¿qué isabelina, sagüera o uverina
se mojó las plantas con tus besos?",
o ¿quién de los nuestros que allá nos esperan
navegó en tus cabellos
de espuma, o pescó en tu vientre?"
Y me parece ver las aguas sonreir.

Si,
a lo mejor esa blanca espuma que exhiben las olas
es la sonrisa
que desde su reino en la profundidades
nos envia la Reina
de los mares,
Ondina.

"Gracias, bella majestad."
No, yo no lloro por mi;
yo lloro junto a La Patria por nosotros,
por ti, por mi,
por ellos ...
y eso es probable que me obligue
a inclinar una rodilla al suelo...pero,
si es asi,
es como que he caido en un sueño
pasajero,
que se reparte entre el terral y el ciclón,
entre el horno y el volcán,
entre la guerra y la oración,
entre el principio y el final.
Uno a todo;
vida en cenizas que se revela en el Fenix
y se acerca a tus brazos.
Quietas las aguas del Undoso son,
de común,
pero a veces las he visto rugir,
arrastrar, destruir e inundar....
cuida que cada gota
del salino surtidor de mis ojos
puede ser una espada,
una flecha
o una daga
al igual que un poema o un jardin.

Quien bebió las aguas de nuestra tierra
lleva en el alma y los ojos
miel de la campiña
hecha besos de mujer
y lanzas de filoso acero
guardado en el corazón de
cada hombre para amar la libertad.

No mires mas mis ojos por hoy;
brindemos al amor.
Si, al amor.
Pero a ese amor
que nuestras madres guajiras nos sembraron en la piel;
amor a la tierra...
amor a la tierra,
a la flores,
a la vida,
a la patria cubana
y a la patria chica de nuestra comarca sagüera.
Y si por amor
cantamos un himno de redención,
y si a este adjuntamos un poquito
de esencia de corazones delirantes,
de ausencias cantadas por ti,
por mi
y por ellos...
y lo servimos en una bandeja
llena de ostiones sentimentales
que nuestras vidas se inventen
para un dia regresar,
aunque sea en camillas,
ya no volverás a ver
el salitroso liquido en
la mejilla
de un hombre...
y vibrarás

©grf2008
Edited by Don Gilberto, 21 minutes ago.
DonGilberto




EstebanCL Today, 3:54 PM Post #2
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Dichoso aquel cuyo manantial no se ha secado
y las lágrimas puedan brotar por unos ojos.
Dichoso quien esconda su dolor en una sonrisa,
mientras su llanto lo va quemando por dentro.
Dichosos los hombres que lloran aunque traten de ocultarlo,
el amor está vivo, tenemos esperanza.


Un abrazo..

Esteban

"Y si tenéis por rey a un déspota, deberéis destronarlo, pero comprobad que el trono que erigiera en vuestro interior ha sido antes destruido".
Jalil Gibrán.


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