viernes, 20 de noviembre de 2009

JOVEN SABIO, Anciano lo otro...

Han pasado muchos siglos desde que yo "queria", aspiraba, soñaba y miraba a las distancias con el decidido empeño de atravesarlas. "Yo queria."




Un dia me preguntaron cuales eran mis aspiraciones, qué "queria" yo ser....



"¡Presidente!"

Las preguntas se "ajuntaron" en el argot guajiro.

No de un golpe, poco a poco. Buscar una buena escuela, ser abogado y estudiar filosofia, luego juez llegar a senador. ¡Ah, ser Senador de la República!, legislar para que el pueblo disfrute bajo el palmar sin temores y con pan...

...y un dia, cuando la madurez lo permita, cuando ya sepa como corta palos una sierra, como caminan las palomas y como vuelan los pensamientos; como se cria un hijo y se hace una industria que dé pan a todo humano...entonces.

Cuando sepa como hacen otros pueblos para llevar pan, medicina y amor a cada hogar, sin tener que pedir limosnas ni robar a nadie, quiero ser el presidente mas noble, por bondad que esta tierra jamás haya visto..."



"Mi pobrecito, hijo; todo eso suena muy lindo, pero las realidades de la vida son muy crueles. Todo lo que tu quieres es solo para los hijos de los ricos; para los altos militares, para los poderosos...y nosotros somos tan pobres....



Te equivocas, aunque dices la verdad, eso es para el que se lo gana por sus propias manos. Y yo tengo dos manos fuertes y un cerebro...



Para mi, Sócrates era un acto de sencilla habladuria. "Yo solo se que no se nada." ¡Vaya! Es que la humanidad no sabe decir otras cosas... o tal vez que...¿cómo no van a haber tanta miseria, tantas luchas, tanta hambre y tanta disparidad, ( unos con mucho y otros con nada), si el que llaman más sabio no sabe nada?...



Y una madrugada echaba el par de tennis, el primero que tuve, en una bolsa, y, descalzo por sobre los polines de la via ferrea eché a camino.



Por el horizonte marino que atrás dejaba revoloteaban ya las gaviotas del destino. Lejanas y más cerca las velas se izában, resongonas sus jarcias al viento. Me alejaba sin dolor ni pena, de todo lo que era mio, familia y hambre. Y tenia nueve eneros a mi cuenta si no me fallan los recuerdos. Hoy pienso en el canto español:

"Caminante, no hay camino; se hace camino al andar..."



Filosofia del trovador distante, cuyas melodias endulzan el camino y ablandan las distancias.



Caminos largos, cortos y verdeantes.

Un presidente que llena parte de mis ideales y unos recortes de papel diario que me dice de el mismo, de lo malo. Era por media isla. Hombres, -mi padre incluido- que se lanzan a la manigua con las armas de sus uñas; tierra negra, gris, amarilla y roja...doblemente roja; sus hijos mueren y se matan entre si.



Por algún rincón de la campiña vienen merodeando amarillos con sus armas. Yo, armado de una latica vacia de leche condensada "La Lechera" (¿álguien la recuerda?), en cuyo fondo habia hecho varias perforaciones con una puntilla, posada sobre unas brasas de carbón, derretia plomos, de esos que usan los pescadores, cuya gotitas, parecidas a diminutas peras brillantes caian destiladas a otra latita con agua y asi creaba municiones para las escopetas...



"Alzados", tiros, gritos, sangre, carreras y mi pierna...



Gruesa es una bala calibre .45... corta mi piernita.

Perénne en mi muslo vive la marca.

¿Que diantres sabe del mundo el sabio griego?



Mis dos abuelos mueren en guerras, mi padre y tio pelean en guerra, mi pierna anda en muletas, por un tiempo, tiempo de guerra....Un dia nazco y ya sé de guerras. y se de sangre, y se de heridas. Ya se de hombres.

Asi no hay pan.



Los vientos que llenan hoy las velas de mis blancos y escasos cabellos, son los mismos de ayer que han retornado. Los hombres del tejar rompen sus obras; desnudos quedan sus techos; y el de abajo no vive porque sol y lluvia les encuentran descubiertos.



La brisa de los siglos sobre mis sienes se asientan; son luz de la esperanza hecho suspiro, la trenza que torcimos que se enreda en la maleza y la tripa del sinsonte que se engullen los gatos. Nada sé; menos entiendo, el hombre es dios, es fantasma es su propio inquisidor. Maestro de maestros es el griego, y yo al final de esta aventura de estudiante no apruebo ni primaria ni saber, he recorrido las distancias tan desnudo que al final solo aprendi la lección del bienhacer, por los demás que el mundo quiere, tengo que admitir con cierta pena, que al pensar,

"Yo solo se que no se nada."

Asi no hay pan.



"

DonGilberto

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